jueves, 21 de febrero de 2008

Desfiguradamente feliz

El tiempo pasa rápido. Recuerdo cuando ni te notabas y ahora todo es evidente, tanto que mi barriga a veces pareciera que se desfigura y quisiera, a través de formas extrañas, dibujarnos tu rostro. Me imagino que estás buscando una posición cómoda, porque cada día tienes menos espacio porque resultaste ser un niño grande.

Ya comenzamos, tu padre y yo, a entender las nuevas formas abdominales. Sí, ya sabemos donde está ubicada tu cabecita o tus nalguitas. Y todas las noches, tocamos mi barriga como si fuera buda. La acariciamos para que sientas de manera tangible la textura del amor. Mami, siempre pasa la mano, con la esperanza de que cada día que transcurre, esa barrera que nos separa, se desvanezca.

Hemos decidido estimularte con música, con cantos y con luces. La música definitivamente te tranquiliza. Los cantos te entusiasman y las luces, creo que te molestan, por eso no te las hemos puesto más. Todo esto, lo que me hace pensar es que te va a gustar la música como a mí y a tu papi. Tu padre es un melómano y además un gran conocedor de todos los géneros y sus representantes. Para mi es admirable oírlo hablar de música y de fútbol, definitivamente son sus materias preferidas.

Te gusta mucho que caminemos. Luego de hacerlo estás tan contento que no dejas de saltar y brincar en tu diminuta cuevita. En las noches pareciera que las posturas que adopto no te gustan y te quejas. Para eso, mami no duerme hasta conseguir una posición cómoda para ti y para mí. En casi todos los casos la encontramos, aunque sea tarde, bien de madrugada.

Lo único que me hace sufrir un poco es cuando la acidez y el reflujo me atacan desprevenida. Eso es molestoso, pero como todo problema tiene una solución y mi médico ya me la recetó. Todo lo demás, mi querido hijo juguetón, tu madre y padre están felices por tu presencia, por tus movimientos, por tu vida y nos emociona ver deformarse de vida la barriga.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"La dulce espera",así es como la vida, nos premia al concebir un hijo, el es el fruto del amor y el milagro de nuestra existencia.
María, madre, Mateo, milagro, cada una de estas palabras representan las diez semanas de tu dulce espera.

Mariella Pessina...

Anónimo dijo...

Hola, que bacán todo lo que escribes de tu hijo. Es muy dulce. Sé ve que estás llena de inspiración. Quisiera que me cuentes si has soñado ya con él. Yo llevo 32 semanas y cada ves que me duermo queiro solar con el pero no lo he podido lograr... tu ya lo soñaste?. Gracias y felicitaciones por tu blog.
Dolores Aguirre
daguirre@hotmail.com

Anónimo dijo...

Prefiero a mi esposa con guatas que del genio que anda. Creo q m odia. Espero que pase.
Saludos
Juan Diego

Anónimo dijo...

Cuando mi hija salio de mi vientre, me quedé sin habla, fascinada y perpleja, luego la miré y vi los ojos de mi esposo en ella... entre lágrimas pude decir "hola mi amor"...
La noche que estuvimos en la clínica me quedé casi toda la noche mirándola, conociendola, reconociendola, queriéndola y buscando cualquier pretexto para tomarla en mis brazos otra vez.

Anónimo dijo...

Cuando mi hija salio de mi vientre, me quedé sin habla, fascinada y perpleja, luego la miré y vi los ojos de mi esposo en ella... entre lágrimas pude decir "hola mi amor"...
La noche que estuvimos en la clínica me quedé casi toda la noche mirándola, conociendola, reconociendola, queriéndola y buscando cualquier pretexto para tomarla en mis brazos otra vez.

Anónimo dijo...

Dios me bendijo con dos pequeños tesoros. Cada alumbramiento fue una maravillosa experiencia, totalmente inexplicable y diferente. Es el amor en su mas puro y sublime estado.
Cuando miras a tu bebe por primera vez, lo ves tan perfecto, tan lleno de vida, pero tan indefenso y fragil. Es cuando realmente piensas que ser madre es toda una "gran aventura" que tiene un principio pero no tiene final....Bienvenida al Club!!

Maricela