viernes, 29 de febrero de 2008

El cordón... cuando llega a ser corbatín

Te hemos visto otra vez. Hemos visto tus rasgos y ya comenzamos a descifrar tu rostro. Creo que te pareces a mí. Otra vez vivimos esos días maravillosos que regala el embarazo que son los días del eco.
Sin embargo, al mostrarle tu retrato a una amiga, comenzó la peor de mis pesadillas. Al verte, ella, me dijo: Cuidado con el cordón que está tapando los ojos y que no se baje y llegue al cuello. ¡Oh no! ¿Por qué tuvo que decir eso?. No puede dormir, no quería que te movieras, pensaba todo el tiempo en dónde estaría ubicado el fulano y peligroso cordón. Fue horrible. Terrible.
Llamé a una hora adecuada a mi médico, quien me dijo: Te explicó: el cordón siempre se mueve de lugar, el bebé también. Si en algún momento el cordón se ubicara en su cuello, no pasaría nada pues aún el bebé no respira por los pulmones. Sin embargo, si el cordón estuviera colocado en el cuello a la hora del parto allí debemos tener mucho cuidado, pero no hay que preocuparse. Sabias palabras que me dieron tranquilidad.
Sin embargo, no conforme leí todos los libros que se me cruzaron por el camino que indicarán que, efectivamente, todo era como me lo dijo el médico. Y ciertamente fue así. No hubo nada que me hiciera pensar lo contrario. De hecho, aprendí que nuestro bebé, mientras está en el vientre, no respira, es decir, la sangre que le transmitimos por medio del cordón umbilical está oxigenada, y eso es lo que le permite en cierta parte vivir. La placenta es la responsable de darle alimentación y, de vez en cuanto, nuestro bebé toma un poco de líquido amniótico, sin que este le haga algún daño. Es decir, solo al momento de nacer respira y llena, por primera vez, sus pulmones de aire.
Aunque todo me preocupa, por que soy nueva en esto, les aconsejo a todas las futuras madres primerizas que cualquier duda, angustia la consulten que su médico quien es siempre el que tiene la última palabra y quien realmente sabe de esto. Lo que puedo decirles es que el cordón es como un juguete indestructible para nuestros hijos y que puede medir unos 2 metros, y también que siempre está enrollado en alguna parte del cuerpito. En fin, es un dichoso elemento que tiene el placer de conocer a nuestro hijo.

martes, 26 de febrero de 2008

Diseñando el nido

Nuestra casa cambio. La vida bohemia, relajada, improvisada y artesanal se ha transformado radicalmente, ya se ve, se nota y se siente. Tu padre y yo hemos comenzado a diseñar un nuevo hogar donde los peligros están fuera de tu alcance. Hemos recogido todo lo que está cercano al suelo y lo hemos elevado, pues estamos pensando en todo: en tu rápido crecimiento y en tu curiosidad.
También, comenzamos a comer en el comedor. Las deliciosas y aliviadas cenas en la cama, mientras veíamos series en la TV, han quedado en el recuerdo. Ahora con una aptitud muy seria y responsable preparamos la comida, servimos la mesa y mientras disfrutamos del menú, oímos música y pensamos en que tenemos que comprarte una silla para comer. Soy terca, lo reconozco y quiero, y te sueño, en una mesita de madera. No me gustan las de plásticos sin gracia y personalidad que venden en los almacenes para bebés. Quiero una mesita que haya sido tallada y pensada para ti. Ojala podamos lograrlo, pues tus padres tienen muchos sueños sobre ti y sobre las cosas que te rodearán.
Tu cuarto está prácticamente listo. Lo hemos pintado de verde, no quiero más azul no quiero estigmatizar tu condición de hombre con un solo color. La vida está llena de hermosos colores alegres, ya te darás cuenta, y por eso tu primer nido está invadido por muchos de estos colores y también de muchos animalitos.
Ya casi todo está listo. Tienes una hermosa cuna, un coche muy moderno y todo terreno, tienes juguetes, tienes toda tu ropita limpia, planchada y dividida por meses. Creemos que cada día estrenarás alguna indumentaria. ¡Te han regalado tanta ropa!.
Muchos opinan que he comenzado el proceso de armar tu cuarto y comprar tus cosas un poco temprano, pero leí que está ansiedad le da a muchas futuras madres y en realidad no afectan a nadie, más bien tenemos ventajas, ya todo está listo para tu llegada, tu nido ya tiene rostro y mientras pasan los días y se ve vacío, tiene la misma ansiedad que yo de rodearte y cobijarte día a día y verte crecer.

jueves, 21 de febrero de 2008

Desfiguradamente feliz

El tiempo pasa rápido. Recuerdo cuando ni te notabas y ahora todo es evidente, tanto que mi barriga a veces pareciera que se desfigura y quisiera, a través de formas extrañas, dibujarnos tu rostro. Me imagino que estás buscando una posición cómoda, porque cada día tienes menos espacio porque resultaste ser un niño grande.

Ya comenzamos, tu padre y yo, a entender las nuevas formas abdominales. Sí, ya sabemos donde está ubicada tu cabecita o tus nalguitas. Y todas las noches, tocamos mi barriga como si fuera buda. La acariciamos para que sientas de manera tangible la textura del amor. Mami, siempre pasa la mano, con la esperanza de que cada día que transcurre, esa barrera que nos separa, se desvanezca.

Hemos decidido estimularte con música, con cantos y con luces. La música definitivamente te tranquiliza. Los cantos te entusiasman y las luces, creo que te molestan, por eso no te las hemos puesto más. Todo esto, lo que me hace pensar es que te va a gustar la música como a mí y a tu papi. Tu padre es un melómano y además un gran conocedor de todos los géneros y sus representantes. Para mi es admirable oírlo hablar de música y de fútbol, definitivamente son sus materias preferidas.

Te gusta mucho que caminemos. Luego de hacerlo estás tan contento que no dejas de saltar y brincar en tu diminuta cuevita. En las noches pareciera que las posturas que adopto no te gustan y te quejas. Para eso, mami no duerme hasta conseguir una posición cómoda para ti y para mí. En casi todos los casos la encontramos, aunque sea tarde, bien de madrugada.

Lo único que me hace sufrir un poco es cuando la acidez y el reflujo me atacan desprevenida. Eso es molestoso, pero como todo problema tiene una solución y mi médico ya me la recetó. Todo lo demás, mi querido hijo juguetón, tu madre y padre están felices por tu presencia, por tus movimientos, por tu vida y nos emociona ver deformarse de vida la barriga.

martes, 19 de febrero de 2008

Y siguen los cambios corporales…

Seguro que aquellas madres veteranas, sabrán de qué hablo y, seguro saben cómo superarlo o cómo no atormentarse con estas nuevas cosas.

Pues sí, además de que la barriga nos crece, nuestros órganos se acomodan en otros sitios, se nos hinchan los pies, nos hinchamos por entero, también sufrimos de cambios que antes de vivir este proceso pensábamos que solo lo sufrían los adolescentes y algunos adultos con mala suerte: hablo de los granos.

Desde que estoy embarazada los granos en mi piel no han dejado de florecer y con ellos sus monstruosas amigas, las verrugas. Sí. Esto es terrible. Saber lidiar con nuestra nueva figura es una cosa, pero ahora, tratar de vencer a las verrugas y a aquellos amigos de cascos blancos, es demasiado- aunque me quejo, volvería a vivir todo esto, sin embargo este es un espacio, para mí, de liberación y catarsis, así que espero que me entiendan-.

Todo comenzó con un grano enorme, luego llegaron otros familiares más diminutos y en la misma zona (rostro), luego conquistaron mi espalda y en seguida invadieron otros lugares, que no vale la pena mencionar.

Luego vinieron las manchas que, afortunadamente, y tal vez porque la cara ya estaba invadida por los cascos blancos, se alojaron en las axilas y en las entrepiernas.

Menos mal que desde un principio comencé a ahogar la piel de mi barriga con aceites y cremas anti estrías. Algunos libros dicen que estas cremas previenen pero no son milagrosas y, por lo tanto, no garantizan nada, pero a mí, por ahora, ellas sí me han funcionado. Así que chicas embarazadas en acción prepárense a vivir cambios de todo tipo, y a estar consciente de que luego del nacimiento del bebé, el 80% de todos estos males desaparecerán con el tiempo, así que: paremos de sufrir.

jueves, 14 de febrero de 2008

Mundo imaginario

No dejo de pensar ni un solo instante en lo qué será mi vida con el bebé. No dejo de pensar en él, imaginármelo cómo será, qué le gustará y cómo serán sus reacciones. Ya la abuela materna se lo imagina cómo un niño travieso. Su padre, quien es de carácter calmado, se lo imagina corriendo detrás de una pelota de fútbol. Otros dicen que será comilón.

Yo me lo imagino viéndome, con unos grandes ojos, y yo, en fin, enamorada de nuevo de la vida y de mi bebé. Es un amor distinto y único, seguro por eso hablan del ‘amor de madre’. También me lo imagino más grandecito con sus pantalones cortos y llenó de vida, feliz y con su mascota ‘Bobby’. Un perro boxers muy juguetón que se convertirá en su aliado, en su amigo inseparable.

No dejo de pensar en él. Es más fuerte que yo. No puedo concentrarme en nada sin que salga de mis labios alguna frase que aluda a mi querido ser. Ciertamente, durante estos meses que puedes apreciarlo ya formado, no hay nada más importante en el mundo que él y es por eso que dicen que las mujeres embarazadas se convierten en seres dispersos y poco concentrados. Debe ser por esto, sin duda.

Quiero hacerle un check a todas las cosas pendientes por comprar antes de su llegada. Ansío llenarle su cuarto de las cosas que creo que le puede gustar. Es así como hemos comenzado a ‘adoctrinarle’ sus gustos.

Su padre y yo hemos decidido que le gustarán los animalitos de granja, la pelota y el color verde. Si esta cuartada nos sale mal, lo que si estamos seguro es que será un ser comprensible y sabrá perdonar estas exageraciones y propuestas de sus padres.

También será un niño que sabrá jugar con los demás, compartir sus cosas y será sensible ante las injusticias de la vida. Entenderá perfectamente que sus progenitores están locos por él y sabrá apreciar cualquier esfuerzo que hagamos por su bienestar. Será agradecido y amoroso. Sabrá que sus padres solo quieren darle una bienvenida preciosa a esta nueva vida, más amplia, con más gente y otras especies y con otros ruidos: un nuevo mundo donde vivirá por mucho tiempo.

No dejo de pensar en él, por lo tanto no dejaré de escribir sobre él y sobre mi mundo imaginario, y pronto real, viviendo con mi ‘fuerte frijolín’.

martes, 12 de febrero de 2008

‘Its a boy’: ‘es un guambrito’

Cuando era una niña había dos días que me llenaban de ilusión. Uno era mi cumpleaños. Siempre soñaba con todos los regalos que recibiría, obviamente porque en esa época ignoraba las crisis económicas y lo caro que es la vida, frases celebres de un ciudadano adulto del mundo actual.

Otro día era la llegada de la Navidad y, por supuesto, de regalos, otra vez mi instinto capitalista en acción. Ahora que han pasado muchos, pero muchos años, los días que me llenan, actualmente, de más emoción, ilusión y felicidad son los días del ecosonograma.

¡Qué increíbles son estos días!. Pido siempre la cita temprano, a primera hora, cosa de llegar y ser atendida y no tener que esperar. Soy impaciente. Mi esposo siempre me acompaña con cámara y grabadora en mano. Para registrar todo.

Este día descubro nuevas cosas de mi pequeño ser. Por ejemplo, este último, en mi semana 19, descubrimos que es grande y su sexo: será niño. Aunque en el fondo de mi corazón sabía de esto. Nuestro doctor, le hizo un estudio completo y fue así como pudimos verle sus manitas, sus piececitos, sus brazos, piernas, corazón y todo va bien. Y eso me emociona más… Al final del examen el médico hizo un 3D de su rostro... Desde ese momento comencé a imaginarlo y a soñar con un boceto de lo qué será él.

Lo primero que hizo mi ser capitalista, y rememorando mi infancia, fue ir de compras y comenzar a llenar su closet de ropita masculina y sus primeros peluches. Ya la ilusión de un nuevo ser comienza a tomar forma y a llenar espacios. Empezamos a ver nuestro hogar con otros ojos y así iniciamos a remodelar, virtualmente, nuestra morada para la llegada del bebé, mientras nacen las discusiones del futuro nombre de firjolín.

jueves, 7 de febrero de 2008

‘Golpes de vida’

Mi embarazo, como ya lo mencioné, ha sido estupendo. Nada que ver con las embarazadas televisivas que se desmayan, vomitan y al verse tan mal, van al médico para que, en medio de la preocupación de ¿qué será lo que me está pasando?, el galeno o la enfermera le diga: Felicidades va a ser madre.

Yo no he sufrido, más bien me he sentido de maravilla y cada día que pasa me siento mejor. Y en este tiempo mejor aún. Sí, aunque mi barriga está cada vez más grande y me pesa y hace que me duela la espalda y que no encuentre una posición cómoda, estoy re feliz, porque siento cómo mi bebé patea, se acomoda, se mueve: eso es algo increíblemente maravilloso.

La primera vez que lo sentí fue a la semana 17. En un avión. Mientras oía ensimismada una canción de Amy Winehouse, específicamente Rehab, sentí algo raro en mi estómago. No era un gas, no era el sonido de mis tripas, no era un animal que caminaba por mis entrañas, era algo más raro e indescriptible. Allí comencé a sospechar. ¡Este debe ser mi frijolin!, pensé y, de inmediato, transmití este pensamiento a mi amado esposo a quien hice que pusiera su mano en mi panza. Y en pocos segundos, sentí lo mismo pero con una intensidad mayor. Lo mejor es que él también lo sintió. No era paranoias mías, era de verdad mi bebé que comenzaba a dar esos ‘golpes de vida’ para demostrarnos su presencia, su entusiasmo, su vida en movimiento.

Luego esas ´patadas’ se comenzaron a sentir más y, diariamente. Hoy en día sé a qué hora mi hermoso bebé comienza a jugar con su único e indestructible amigo: el cordón umbilical… y la madre y el padre se gozan de todo esto. Un momento único. Para quienes ya lo siente sabrán de qué hablo y para las que aún no les pasa, esperen valdrá la pena…

miércoles, 6 de febrero de 2008

‘Cultura popular’ en acción

Ahora si que no hay duda de que estoy embarazada, todos lo notan y todos hablan sobre mi bebé. Todos: ancianas, peluqueras, taxistas, solteras, solteros, en fin, en este momento te das cuenta de lo ‘ignorante’ que eras sobre este tema antes de descubrir que estabas embarazada.

Todo el mundo te recomienda cosas. Te miden la barriga, te pronostican el sexo…Es niña, estoy segura, la barriga está cuadrada…. No es niño, dice otro, mira lo demacrada que está…

Además de todo lo que debemos oír, muchos te dejan mensajes que te llenan de preocupaciones. ¿Y cómo vas a hacer con el trabajo? ¿Dejarás de trabajar, pues ya verás que un niño no es cualquier cosa? ¿Y quién te lo va a cuidar? Ay, que no sea cualquier persona porque he oído muchas historias terribles sobre niñeras…

¡Basta! Dejen que cada madre viva su vida, su proceso y resuelva, en el momento que llegue, sus problemas. Las que han vivido esto saben que tenemos las hormonas alborotadas y que nos ponemos de pésimo humor, por eso les recomiendo ser más sutiles con sus comentarios y ponerse nuevamente en los zapatos de la futura parturienta.

A los más viejitos, con todo mi respeto, les digo que los tiempos cambian y definitivamente cambiaron. Por eso, lo que ellos vivieron es distinto a lo que se vive en estos tiempos.

A los solteros, mejor no activen su verborrea cuando vean a la dulce futura mamá. No sé imaginan nuestros cambios de humor por lo tanto, tantos comentarios y preguntas a la vez, a veces atormentan. No lo tomen a mal, pero nosotras tampoco sabemos todas las respuestas.

No quiero ser antipática, pero hay que hacerle ‘oídos sordos’ a muchas cosas que oímos. A todas las futuras madres les recomiendo que lean libros especializado sobre este tema, hay muchos, unos mejores que otros, pero casi todos muy útiles. Y lo más importante es que oigan y consulten a su médico, quien es el único que tiene la razón y la última palabra.

Finalmente, como ven, las verborreas espontáneas que salen de todos cuando ven mi barriga, en muchos casos, no me agradan como tampoco ‘sobe súbito de barriga’, pero lo que sí me agrada es saber que llevo una vida dentro de mí, que aún no nace y ya alborota a la gente.